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“El movimiento de los trabajadores tiene que repensar profundamente el proceso de formación que requerimos para el siglo XXI”

En diálogo con Notisur, el Presidente de CLADEHLT, quien fue fundador y primer director del Incasur, Rodolfo Romero, hizo un análisis del actual proceso de formación de los trabajadores y los retos que implican la globalización y la unidad sindical contin

En un escenario mundial donde predomina el neoliberalismo y la revolución científico-tecnológica, Rodolfo Romero propugna a la formación sindical como instrumento de defensa ante quienes desean prescindir del régimen de asalariado, endiosan al mercado y afirman que “el mejor sindicato es el que no existe”.

¿Cuáles son los desafíos que se plantean actualmente en materia de formación sindical?
El mundo del siglo XXI es distinto al del siglo XX. Y si la realidad es diferente, tenemos que formar a nuestros dirigentes, cuadros y bases para entender que debemos asumir estos cambios en todos los niveles. La formación coloca en el centro a los procesos de cambio. Los dirigentes, los cuadros, las bases, los métodos y los contenidos tienen que cambiar. Si no lo hacemos quedamos fuera de la historia.
Toda formación que no asuma como tema central “los cambios en el mundo del trabajo” girará alrededor de propuestas del siglo XX. Esto es clave y no lo estamos asumiendo con seriedad ni en la proporción que exige el desafío. Y eso es preocupante.

¿Los trabajadores organizados pueden enfrentar este reto?
La formación es una tarea imprescindible de la clase trabajadora y nadie puede hacer formación dentro del movimiento sindical si no es parte del propio movimiento. Nosotros mismos tenemos que ser los agentes de emancipación, aunque esto tampoco significa que nos cerremos. Hay que pedir ayuda, pero la responsabilidad es de los propios trabajadores, y en esto estamos siendo débiles.
De hecho la CLAT es la organización que más esfuerzo hizo en América latina y Caribe para formar cuadros. Pero esto también representa un reto muy grande para el futuro.

¿Qué se tiene que modificar?
Tenemos que tener audacia para diseñar nuevos contenidos y nuevas metodologías y técnicas. La UTAL esta haciendo un esfuerzo muy grande, pero todavía se requiere la revisión de algunos contenidos y metas.
Siempre sostuvimos que la verdadera escuela de formación es la acción, que la formación debe organizar y que la organización debe formar. Este predicamento tiene que aplicarse como nunca.

¿Qué lugar ocupa la formación en la unidad sindical entre la CLAT y la ORIT?
Hay que tener claro que debemos ser capaces de formar cuadros y dirigentes con una nueva cultura geopolítica, geoeconómica, geoestratégica y geosindical. Porque en el 2008 se constituye la Confederación Sindical de los Trabajadores de las Américas y la unidad es proceso y medio, no un decreto que se impone. Esta unidad debe reflejarse en el nivel de conciencia de la clase trabajadora y la nueva capacidad de conducción de los dirigentes para que sea un proceso consistente y durable.
Por último, ¿Qué sucede puntualmente en las organizaciones nacionales?
En los países el cambio no se reproduce con suficiente profundidad. Todavía no estamos preparados para rediseñar nuestras propias organizaciones, para hacerlas más influyentes, más democráticas y más eficientes.
La formación debe ser capaz de generar un salto cultural: de la cultura del movimiento obrero/sindical a la cultura del movimiento de los trabajadores. El movimiento sindical seguirá siendo la columna vertebral, pero no será el único instrumento y en algunas ocasiones tampoco el más importante.